«A una guayaquileña» (Antonio C. Toledo)
Cuando la hora del bochorno avanza / me instalo en la cercana nevería / y, sorbetes y hielo machacado / ingiero, sin medida. / Mas, ¡vano afán! mis males recrudecen / en seguida, porque hay unas pupilas / negras, en cuya lumbre soberana…