Esta carne morena
suspendida a los huesos
ha quedado dormida
esperando a su dueño
es un huésped extraño
que ha llegado en la tarde
para hacer de mi pena
el mejor de sus sueños
yo no sé si otros días
ambulaba en el viento
sin sentido y sin forma
o era acaso una estrella
que jugaba a la ronda
en los parques del Cielo
esta carne sin nombre
renovó en mi estructura
los crepúsculos muertos
el calor de otros labios
y el porqué de otros versos
esta carne morena
prima hermana del tiempo
irá en busca del polvo
si él no viene a su encuentro
sólo entonces en mi alma
surgirá primavera
y en la flor de la tarde
seré acaso un injerto
Fuente: LUIS ENRIQUE FIERRO, Antología poética. Quito : Dirección de Publicaciones de la Casa de la Cultura Ecuatoriana «Benjamín Carrión», 2007, pp. 89-90.