
«Cuenca», por doña Susana Cordero de Espinosa
Pienso en Cuenca y solo puedo, ¡bendita circunstancia!, agradecer mis raíces: tuve abuelos nobilísimos en su comportamiento personal y social; amaron a su ciudad y le entregaron lo mejor de sí mismos…
Pienso en Cuenca y solo puedo, ¡bendita circunstancia!, agradecer mis raíces: tuve abuelos nobilísimos en su comportamiento personal y social; amaron a su ciudad y le entregaron lo mejor de sí mismos…
El tiempo del plumero ha sido corto. / Esos tinteros negros / con su papel secante no han durado. / Posiblemente vuelvan / al cabo de otro siglo y otra moda. / Nosotros sin embargo / con esta misma cara…
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