Su origen es controvertido; algunos sostienen que nació en el siglo XVI pero apareció con luz propia en el XVIII, resultado de la crisis de los obrajes…
¡Cuánto rato te he mirado / sin mirarte a ti, en la imagen / exacta e inaccesible / que te traiciona el espejo! / «Bésame», dices. Te beso, / y mientras te beso pienso / en lo fríos que serán / tus labios en el espejo…