«Theo», por don Marco Antonio Rodríguez
Nací artista, me dice Theo Constante, con ese desenfado que signa el humor tropical. Habla sobre su arte, en su taller, agitando sus manos como si atraparan la luz, uno de los núcleos cardinales de su obra…
Nací artista, me dice Theo Constante, con ese desenfado que signa el humor tropical. Habla sobre su arte, en su taller, agitando sus manos como si atraparan la luz, uno de los núcleos cardinales de su obra…
Ese instante que no se olvida / Tan vacío devuelto por las sombras / Tan vacío rechazado por los relojes / Ese pobre instante adoptado por mi ternura / Desnudo desnudo de sangre de alas / Sin ojos para recordar angustias de antaño / Sin labios…
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