«Perecederos y gratuitos», por doña Cecilia Ansaldo
En la larga lista de las respuestas a la pregunta de por qué se escribe, figura una que se repite: “Escribo para no morir”. Y de hecho ha sido así en mensurable cantidad de casos…
En la larga lista de las respuestas a la pregunta de por qué se escribe, figura una que se repite: “Escribo para no morir”. Y de hecho ha sido así en mensurable cantidad de casos…
Nadie lo sabe y lo dice: / sólo tú por mi secreto, / ¿Con qué llave penetraste / por la cárcel de mi sueño? / Teníamos la frontera: / una almohada de por medio / y de pronto, enredadera / que va alzándose del suelo / le diste alcance…
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