Se incorporó en calidad de miembro correspondiente el 9 de marzo de 2010 con el discurso titulado Lectura desprejuiciada de «El aire y los recuerdos». Le respondió, en nombre de la corporación, don Hernán Rodríguez Castelo.
Se incorporó en calidad de miembro de número el 17 de octubre de 2012 con el discurso titulado Reivindicación de la palabra. Saramago como referente ético. Le respondió, en nombre de la corporación, doña Alicia Yánez Cossío.
Ocupa la silla P, que le perteneciera a don Plutarco Naranjo Vargas.
Secretario de la institución desde 2013. Permanecerá en el cargo hasta 2024.
Francisco Ernesto Proaño Arandi nació en Cuenca el 20 de enero de 1944. Tiene estudios superiores en la Universidad Católica del Ecuador (PUCE, Quito), en la que obtuvo el título de Licenciado en Ciencias Públicas y Sociales (1968).
En los años sesenta del siglo pasado fue parte del grupo de vanguardia literaria «Tzántzicos», cuyos integrantes, poetas y narradores, propugnaban, junto con otros intelectuales jóvenes de esa generación, una renovación radical de la escritura y la cultura en el país andino, acorde con lo que sucedía en América Latina y el mundo. Eran los años del «boom» de la novela latinoamericana, del estructuralismo y de movimientos contestatarios similares en diversos países.
Aparecieron sus primeros ensayos en las revistas de vanguardia Pucuna, Indoamérica, Procontra y fue cofundador de la revista La bufanda del sol (1965), que tendría una profunda influencia en la joven literatura de entonces en el Ecuador. Junto con Proaño, dirigieron esa publicación los escritores Alejandro Moreano y Ulises Estrella, miembros también del grupo «Tzántzicos».
Entre 1966 y 1968 actuó como secretario de la Asociación de Artistas y Escritores Jóvenes del Ecuador (AEACI).
En 1972, Proaño publicó su primer libro de cuentos: Historias de disecadores. Antes, en 1961, había publicado un tomo de poemas, titulado Poesías, en la Casa de la Cultura Ecuatoriana.
Aquel año, 1972, inicia su carrera diplomática como miembro del Servicio Exterior ecuatoriano. Su primera misión es la de Cónsul del Ecuador en Puerto Asís, localidad del Putumayo colombiano fronterizo con Ecuador.
A partir de entonces, su vida transcurrirá entre misiones en el exterior y temporadas en Quito, en las cuales cumplirá una intensa labor cultural y creativa.
Entre las misiones que como diplomático de carrera ejerció en el exterior se cuentan las siguientes: Cónsul en Puerto Asís, Colombia, (1972-1973), Primer Secretario y Cónsul en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Moscú (1973-1977), Consejero de la Embajada del Ecuador en Cuba (1980-1981), Encargado de Negocios a.i. en Cuba (1981-1984), Embajador en la República Federativa y Socialista de Yugoslavia (1990-1992), Embajador Concurrente en Albania (1990-1992), Embajador en Nicaragua (1995-1996), Embajador en Costa Rica (1996-2001), Embajador en la República de El Salvador (2004-2006), Embajador en la República Argentina (2006-2008), Representante Permanente del Ecuador ante la Organización de los Estados Americanos (2009-2010). En ese año, 2010, ejerció la presidencia del Consejo Permanente de la misma organización, en Washington.
Fue Viceministro de Relaciones Exteriores del Ecuador, en el año 2003. En el 2021 fue designado asesor principal del Ministro de Relaciones Exteriores en la Cancillería ecuatoriana.
Es miembro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana «Benjamín Carrión» y de otras instituciones culturales.
Entre los años 1985 y 1998 fue columnista del diario Hoy de la ciudad de Quito y ha sido columnista invitado del diario El Comercio, de la misma ciudad.
Desde el año 2013 se desempeña como secretario de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, reelegido en los años 2016 y 2020.
Por su labor diplomática y por sus obras literarias, Francisco Proaño Arandi ha recibido varias distinciones honoríficas, entre ellas condecoraciones de los gobiernos de Perú, Paraguay, Guatemala, Costa Rica, Nicaragua y El Salvador. El Concejo del Distrito Metropolitano de Quito le concedió la condecoración «Aurelio Espinosa Pólit» en el 2011 por su trayectoria literaria. Ha recibido los Premios «José Mejía Lequerica» y «Joaquín Gallegos Lara» del Municipio de Quito, y el Premio «José María Arguedas» de la Casa de las Américas, Cuba, del año 2010, por su novela Tratado del amor clandestino. Esta obra fue también finalista del Premio «Rómulo Gallegos» del año 2009.
Cuentos suyos han sido traducidos e incluidos en antologías de diversos países: Estados Unidos, Colombia, Cuba, México, Alemania, Francia, Bulgaria, República Popular China, Israel, Turquía, Perú, y, por supuesto, en colecciones editadas en el Ecuador.
Su obra narrativa ha sido objeto de tesis doctorales en algunas universidades del Ecuador. Entre ellas, destaca la titulada La narrativa barroca de Francisco Proaño Arandi, de la profesora Rocío Bastidas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
Obras destacadas
Historias de disecadores, 1972.
Antiguas caras en el espejo, 1984.
Oposición a la magia, 1987.
La doblez, 1987.
Del otro lado de las cosas, 1993.
La razón y el presagio, 2003.
Historias del país fingido, 2003.
Perfil inacabado, 2005.
Tratado del amor clandestino, 2009.
Entretextos, 2010.
El sabor de la condena, 2010.
Diplomáticos en la literatura ecuatoriana, en autoría con Alexandra Adoum, 2014.
Desde el silencio, 2014.
Elementos dispares, 2015.
Ensayos críticos sobre autores ecuatorianos en la Colección Biblioteca Básica de Autores Ecuatorianos, de la que fue coordinador, 2015-2016.
Por qué se fueron las garzas, indigenismo y antiindigenismo en la novela de Gustavo Alfredo Jácome, 2016.
Artículos en prensa y revistas
Ha publicado ensayos y artículos en diversas revistas (Letras —de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y cuya dirección asumió en los años 2002-2003—, revista AFESE, Memorias de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, y otras), y en diarios del país.