«Por qué, porque, porqué…», por doña Susana Cordero de Espinosa
No sé si hoy los padres, como ayer, castigan a sus hijos e hijas. Todo ha cambiado mucho, tanto, que nos asusta. Pero siempre los cambios asustaron y, sin embargo, hubo que vivirlos. No nos detengamos aquí, vamos a lo nuestro.