Sí, todo era posible hasta marzo del 2020. El mundo estaba al alcance de la mano. No existían fronteras. Los portentos de la ciencia y la tecnología habían equiparado a los hombres con Dios…
Yo sé que llego con mis ojos al suelo / donde alguna vez fabriqué una estrella / con lágrimas, / de aquellas que no saben resignarse / en el secreto / y vienen empujadas de las sombras / cuando arrecia el ahogo / en la hora fatal. / Yo sé que dentro de mis ojos agonizo…