Felizmente, desde la antigüedad hasta hoy, hay escritores cuyas ideas alimentan la vida de muchos; son los clásicos antiguos, modernos y contemporáneos. Quizá extrañe esta calificación…
Quizás la bondad única que recibí del Orbe / Es la de ver muy claro mi propia pequeñez. / El Ocaso de mi alma ni una mirada absorbe, / Ni una mejilla fresca baña de palidez. / Desvanecióse el ansia de la sabiduría / Desde que me visitan la Noche y el Dolor…