Todos vivimos familiarizados con la idea de la muerte. Pero cuando el zarpazo mortal lo recibe alguien bien situado en nuestro conocimiento y memoria, el hecho parece distinto y único…
Era lirio en el aire y fragancia en el viento; / ondas sobre las aguas y temblor en el río; / cuando vi su hermosura, con todo el pensamiento, / grabé su amado nombre para llamarlo mío. / Nunca supe la hora ni el exacto momento…