«Oración por la belleza de una muchacha» (Dámaso Alonso)
Tú le diste esa ardiente simetría / de los labios, con brasa de tu hondura, / y en dos enormes cauces de negrura, / simas de infinitud, luz de tu día; / esos bultos de nieve, que bullía / al soliviar del lino la tersura…