Tan sabrosa es la guayaba que, si creemos a fray Ramón Pané, la comen hasta los muertos. Pané, que se autocalifica pobre ermitaño de la orden de San Jerónimo, llegó a nuestra América en 1494…
Niño de Palestina; niño que apenas conozco, / nacido con manos sin razones, / buscas el calor de un seno, / y apenas el seno se te ofrenda, / ya arrancan ese sabor de tu esperanza. / Muerdes, entonces, con rabia, / y tus uñas lastiman…