«Oración» (Vicente Piedrahíta)
En este día, como la aurora al mundo, / me mandaste, Señor; / yo te bendigo Espíritu fecundo, / Supremo Creador. / Dichoso o infeliz, Luz de la vida, / mi voz te cantará; / regocijada el alma o abatida…
En este día, como la aurora al mundo, / me mandaste, Señor; / yo te bendigo Espíritu fecundo, / Supremo Creador. / Dichoso o infeliz, Luz de la vida, / mi voz te cantará; / regocijada el alma o abatida…
recién paridas son despojadas de sus crías / apaleadas las capturan antes de cumplir diez días de vida / antes de perder el primer pelo / las de capa blanca nacen sobre témpanos flotantes / desde lejos / sólo pueden distinguirse los discos…
En lo más negro de aquel monte umbrío, / nuestro lecho, Faón, he preparado, / ¡de mi pecho el volcán se ha desbordado! / ¡de la fiebre fatal ya siento frío! / ¿No escuchas a lo lejos al sombrío / león, que con rugido apasionado…?
Oí tu voz, y a la celeste esfera / volé contigo, poderoso vate, / cual cóndor de la andina cordillera, / que, con sublime aliento, / arranca de la roca solitaria / a los mares de luz del firmamento. / ¡Oh prodigio!…
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