Poema del día: «En la muerte de mi esposa» (Antonio Flores Jijón)

Calumnia, insultos, pérfidos rencores, / escarnio vil, persecución impía, / ruinas doquier de la ventura mía, / nada aplacó del hado los furores. / Único alivio, bálsamo de amores / en mi alma herida un Serafín vertía; / y su dulce sonrisa en alegría / tornaba mis tristezas y dolores.

Calumnia, insultos, pérfidos rencores,
escarnio vil, persecución impía,
ruinas doquier de la ventura mía,
nada aplacó del hado los furores.

Único alivio, bálsamo de amores
en mi alma herida un Serafín vertía;
y su dulce sonrisa en alegría
tornaba mis tristezas y dolores.

Pasó cual sueño mi visión hermosa…
¡Yo no era digno de fortuna tanta!
Si viva te admiré madre y esposa,
muerta, yo te venero como santa.

Fuiste en la tierra mi ídolo y consuelo;
serás ahora mi ángel en el cielo.

(Tomado de Antología ecuatoriana, poetas, de 1892)