Etiquetado: Julio Zaldumbide
Era la tarde. Aquí bajo estos sauces, / sentado al margen de este mismo río, / yo te miraba, estrella, en el sombrío / crepúsculo brillar. / El agua en su cristal te reflejaba / y corría con plácido murmullo; / de la tórtola…
¡Salud, oh estrella de la tarde!, rosa / del jardín del crepúsculo brotada; / ¡salud, estrella de la tarde!, hermosa / cual virgen al festín aparejada. / ¡Estrella del amor!, cuando te miro / brillar entre las sombras ¿por qué, dime,…
¡Pasó… como un lucero en su carrera, / alumbrando del arte el puro cielo…! / ¡Pasó… regando flores en el suelo, / como pasa gentil la primavera…! / ¡Pasó… abrazado a su arpa lastimera / cantando, como el ángel del consuelo…
Yo vi esa triste nube el firmamento / apacible cruzar en claro día, / brillante de arrebol y de alegría / cual de mi dicha el rápido momento. / En medio del celeste pavimento / que en purísima luz resplandecía, / en las auras del cielo se mecía…