«Climatología», por don Rodrigo Borja

Las modificaciones del clima, al ser un problema de escala planetaria, afectan a la humanidad en su conjunto y requieren la cooperación internacional para limitar las emisiones de gases contaminantes y para abordar otros problemas ligados al calentamiento global del planeta...

La Real Academia Española de la Lengua se limita a decir en su diccionario castellano que la climatología es el “tratado del clima”, lo cual es cierto, pero merece un poco más de explicación.

La climatología es una rama científica de la geografía y se ocupa de las variaciones del clima en el tiempo y en el espacio. Tiene muchísima importancia puesto que desde los remotos tiempos del sabio griego Ptolomeo —a mediados del siglo XV, y aun antes— los eruditos acudían a las investigaciones climatológicas para orientar a los gobernantes.

El “Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático” finalizó en el año 2014 su “Quinto Informe de Evaluación”, que puso énfasis en los efectos socioeconómicos de los cambios climáticos y en sus consecuencias sobre el desarrollo sostenible de los países. Y reiteró que las modificaciones del clima, al ser un problema de escala planetaria, afectan a la humanidad en su conjunto y requieren la cooperación internacional para limitar las emisiones de gases contaminantes y para abordar otros problemas ligados al calentamiento global del planeta.

Durante el año 2015 la concentración media de dióxido de carbono alcanzó el preocupante nivel de 400 partes por millón a escala planetaria. Y los sumideros naturales de absorción del gas —bosques, vegetación, mares y océanos— estuvieron cerca de su saturación.

También los incendios forestales, cuyos volumen y extensión siguen en aumento, lanzan hacia la atmósfera crecientes cantidades de gases de efecto invernadero.

El metano (CH4) es, después del dióxido de carbono (CO2), el segundo gas más contaminante en la atmósfera, seguido del hexafloruro de azufre (SF6), todos los cuales destruyen la capa de ozono destinada a proteger la Tierra de los nocivos rayos ultravioletas procedentes del Sol.

Por ello, la “Organización Meteorológica Mundial” ha clamado por la colaboración internacional en el ámbito de la ciencia, la investigación, la observación, la vigilancia y el intercambio de datos sobre las crecientes emisiones de CO2, CH4, N2O y otros gases provenientes de las actividades industriales, agrícolas y ciudadanas que tienden a concentrarse en la atmósfera, donde permanecerán con sus efectos negativos por millones de años.

Un hito muy importante en la brega mundial contra el cambio climático fue el “Acuerdo de París” —parte de la “Convención Marco sobre el Cambio Climático” celebrada el 12 de diciembre del 2015—, que entró en vigencia después de que fue ratificado por cincuenta y cinco Estados. Y es que en el clima influyen: la temperatura, la presión atmosférica, las lluvias, la humedad, los vientos y muchos otros factores terrestres y espaciales.

Este artículo apareció en el diario El Comercio.

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