El 11 de febrero de 1886, en sesión solemne de los miembros de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, el insigne escritor, poeta y diplomático cuencano D. Honorato Vázquez pronunció su discurso durante el acto de su recepción como académico. Su presentación versó sobre el arte, la belleza y la figura de Francisco Javier Aguirre Abad.
De ese discurso presentamos un fragmento pequeño:
Este discurso y su contestación, por el académico Manuel José Proaño, se incluyen en el primer tomo, tercera entrega, de las Memorias, del año 1887. El formato digital puede consultarse en la biblioteca Carlos Joaquín Córdova de la Academia Ecuatoriana de la Lengua.