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Las expresiones vacuna contra la COVID-19 y vacuna anti-COVID-19 son más precisas y resultan, por tanto, preferibles a vacuna contra el coronavirus para referirse a la que se está intentando obtener para frenar la actual pandemia. Así lo señala la Real Academia Nacional de Medicina, en España. También es posible formar expresiones con el mismo significado empleando el prefijo anti-.
Vacuna contra la enfermedad o contra el virus
Es frecuente hablar, tanto en el lenguaje médico como en el español general, de vacunas contra una enfermedad (vacuna antigripal) y de vacunas contra el virus o la bacteria que las provocan (vacuna antimeningocócica o vacuna contra el virus del papiloma humano).
En el caso que nos ocupa, resulta más preciso hablar de vacuna contra la COVID-19, que es el nombre de la enfermedad establecido por la OMS. Vacuna contra el coronavirus es una fórmula más imprecisa, ya que existen otros coronavirus diferentes, y habría que usar la forma más compleja vacuna contra el SARS-CoV-2.
Con el prefijo anti-
También es posible aludir a las vacunas con el prefijo anti-, seguido del sustantivo que da nombre a la enfermedad (en este caso, vacuna anti-COVID-19) o al agente que la causa (vacuna anticoronavirus, que, como se ha explicado anteriormente, resulta una fórmula imprecisa).
Asimismo es habitual emplear ese mismo prefijo seguido de un adjetivo derivado a partir del nombre de la enfermedad o del agente que la causa: vacuna antidiftérica, vacuna antirrábica, etc.
Para esta enfermedad, el adjetivo correspondiente sería covídico/a, y el del virus coronavírico o coronaviral, todos ellos correctamente formados, aunque, como es lógico, todavía registran un uso muy escaso. A partir de ellos, podrían formarse las expresiones vacuna anticovídica, en referencia a la enfermedad, y vacuna anticoronavírica o vacuna anticoronaviral, en relación con el virus, aunque estas últimas son formas más imprecisas.