«Villancico de las manos vacías» (José María Pemán)

Yo tenía tanta rosa de alegría, / tanto lirio de pasión, / que entre mano y corazón / el Niño no me cabía… / Dejé la rosa primero. / Con una mano vacía / noche clara y alba fría— / me eché a andar por el sendero…

Yo tenía tanta rosa de alegría,
tanto lirio de pasión,
que entre mano y corazón
el Niño no me cabía…
Dejé la rosa primero.
Con una mano vacía
—noche clara y alba fría—
me eché a andar por el sendero.
Dejé los lirios después.
Libre de mentiras bellas,
me eché a andar tras las estrellas
con sangre y nieve en los pies.
Y sin aquella alegría,
pero con otra ilusión,
llena la mano y vacía,
cómo Jesús me cabía
—¡y cómo me sonreía!—
entre mano y corazón.

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