«Bajo el otoño» (José María Egas)

El parque estaba húmedo, gris y convaleciente. / La tarde se hizo toda languidez femenina. / Y entre rosas de otoño, bajo la niebla fina, / iba por el sendero que enjoyaba el poniente... / Iba por un sendero de rosas... Lentamente / cubríala un ropaje...

El parque estaba húmedo, gris y convaleciente.
La tarde se hizo toda languidez femenina.
Y entre rosas de otoño, bajo la niebla fina,
iba por el sendero que enjoyaba el poniente…
Iba por un sendero de rosas… Lentamente
cubríala un ropaje de seda vespertina…
Y su elegancia regia de emperatriz latina
triunfó sobre mis mármoles de orfebre decadente!
Desde entonces prosigo mi viaje solitario
con los ojos abiertos sobre el devocionario
y el alma -con su niebla crepuscular- dormida.
Ella, como un recuerdo, sonámbula, se aleja…
Y una dulzura triste como de pena vieja
naufraga en los otoños celestes de mi vida…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*