Cae la noche.
El corazón desciende
infinitos peldaños,
enormes galerías,
hasta encontrar la pena.
Allí descansa, yace,
allí, vencido,
yace su propio ser.
El hombre puede
cargarlo a sus espaldas
para ascender de nuevo
hacia la luz penosamente:
puede caminar para siempre,
caminar…
¡Tú que puedes,
danos nuestra resurrección de cada día!
2 respuestas
Como se participa en el poema del día y la noche
Estimado Fausto:
Nosotros elegimos los poemas que se publican en la sección El poema del día. Los seleccionamos entre la obra de poetas en nuestra lengua, sean o no ecuatorianos.
Saludos cordiales.