Con la presencia de académicos, diplomáticos, amigos y familiares tuvo lugar la sesión solemne de incorporación a la Academia Ecuatoriana de la Lengua, correspondiente de la Real Española, del Doctor Gonzalo Ortiz Crespo, como Miembro de Número de tan insigne Institución.
El sobrio salón de la calle Cuenca, cercano a la Plazoleta de la Merced, en pleno centro de Quito, frío por antiguo y por la pertinaz lluvia de invierno que caía en la calle, se tornó rápidamente cálido por el ambiente de cultura y poesía que envolvía la convocatoria al acto de incorporación de un nuevo Miembro la noche del 20 de noviembre pasado.
Merecido reconocimiento para Gonzalo. Sobrados méritos académicos, una larga y fructífera trayectoria con importantes resultados en beneficio de las Instituciones y del país que contaron con su aporte como sociólogo, periodista, investigador e historiador; autor, coautor y editor de muchos libros, son una muestra suficiente de la cepa de escritor de este notable quiteño, de su afán y responsabilidad con que ha asumido su carrera profesional a través del tiempo.
“De la academia colegial a las letras nacionales”, fue el tema del discurso de orden pronunciado por Gonzalo Ortiz Crespo, rico y abundante en historia y anécdotas sobre la cristalización de su formación de escritor, así como de destacados compañeros suyos del Colegio “San Gabriel”, allá por los años 50 y 60, donde con el concurso de ilustres maestros como Hernán Rodríguez Castelo, para quien tuvo profundas expresiones de gratitud, surgió la medalla del reconocimiento que hoy ostenta y que ha ido consolidándose a lo largo de los años. Recordó y destacó el talento y compañerismo surgido en las aulas gabrielinas, la juventud y los avatares en la academia literaria formada en aquel entonces en el colegio. Reconoció y felicitó el mérito de varios de sus compañeros, quienes han accedido a altas funciones en diferentes ámbitos, tanto que se habló de la generación del 44, pues la mayoría comparten el año de nacimiento y el amor por la ciencia y las letras.
Alta distinción ser incorporado como Miembro de Número de la Academia de la Lengua. Grande compromiso con la Real Academia Española. Pero mucho más para con el lenguaje de todos los parlantes de habla hispana, sobre todo en tiempos en que la globalización y modernización incursionan perversamente en el manejo de principios, valores, costumbres, idioma, etc, modificándolos de acuerdo a los intereses de corporaciones que buscan sustanciosas ganancias sin importarles los medios para conseguirlo, menos mal que Gonzalo está forjado para el trabajo y la responsabilidad en el desempeño de sus encargos. ¡ Bien por el país. Que estos personajes se multipliquen y eventos como estos se repitan!
Este artículo se publicó originalmente en el diario El Comercio, en esta dirección: https://www.elcomercio.com/opinion/opinion-maria-herrera-letras-nacionales.html