LA ALEGRÍA DE LA PALABRA

Por Susana Cordero de Espinosa

Luego de la larga lista que les entregué antes de Navidad en la capsulita 4, en todos los demás casos el uso acepta el carácter de participio para el término con el cual conjugamos los tiempos compuestos de los verbos; los antiguamente llamados participios irregulares, cuyo uso es adjetivo, hoy tienen solo este carácter.  Así se simplifica mucho el asunto, y en lugar de un participio regular y otro participio irregular, contamos con un participio para la conjugación de los tiempos compuestos y un adjetivo del mismo origen verbal, como calificativo.

Veámoslo lentamente, en sucesivas cápsulas, tomando de la lista antedicha, por orden alfabético, los verbos con los correspondientes participio y adjetivo:

abstraer, abstraído,  abstracto:  Como no se han abstraído lo suficiente durante la lectura,  no entendieron lo leído. Abstraerse significa  ‘concentrarse en los propios pensamientos apartando los sentidos o la mente de la realidad inmediata’, y tomo aquí, cambiando el tiempo verbal, el mismo ejemplo que trae el DLE: Aspirando suavemente su cigarro, se ha abstraído del ruido de la disputa. 

Abstracto no sirve como participio: No podemos decir: Te has abstracto parar estudiar mejor, sino Te has abstraído…, pero sí: Este tema abstracto exige concentración, oración en la cual abstracto es adjetivo. 

¿Recuerdan los sustantivos abstractos? Pues nunca serán lo mismo que ‘los sustantivos abstraídos’. ¿Por qué? Abstráigase, lector, y lo comprenderá.