LA ALEGRÍA DE LA PALABRA
Por Susana Cordero de Espinosa
En los verbos atender, bendecir y concluir, es muy fácil distinguir entre el participio con el cual conjugamos los tiempos compuestos, y el correspondiente adjetivo: Nadie diría, por ejemplo: Yo he atento a los maestros y esto me ayudaba a estudiar mejor, sino Yo he atendido a los maestros…, porque atendido es el participio del verbo atender, mientras atento es un adjetivo: Como fue un alumno atento, aprendió bien.
No olvidemos que los adjetivos son susceptibles de recibir marcas de género y número; así, mientras atendido es invariable en su calidad de participio: Hemos atendido a sus sugerencias; Si hubieran atendido ayer, habrían comprendido que el asunto es importante, atento puede cambiar a atenta, atentos, atentas: La niña estaba atenta mientras leía. Si no estamos atentos, perderemos lo esencial de sus palabras. Atentas las chiquillas a todo lo que pasaba, olvidaron comer.
En cuanto a bendecir, el antiguo participio regular, bendecido, sirve para los tiempos compuestos: Cuando hubo bendecido a los fieles, el sacerdote salió. Bendito, como ocurre con atento, es un adjetivo: Llegaron los días benditos de la Navidad. Bendita Navidad es el título de una bella canción. Benditas horas fueron las de nuestra infancia y benditos los libros que entonces llenaron nuestro tiempo.
El participio de concluir, concluido, no admite dudas: Se ha concluido la construcción de los nuevos puentes que atraviesan el río de la ciudad. Cuando hayan concluido el deber, podrán bajar al patio.
¿Cuál es el adjetivo correspondiente? Pues concluso, poco empleado entre nosotros. El DLE lo incluye en las siguientes acepciones:
concluso. Del lat. conclūsus.
1. adj. Der. Dicho de un juicio, que está para sentencia.
2. adj, desus. Incluido y contenido.
(No está de más advertir que lat. significa latín, y enuncia que la palabra procede de esa lengua; adj., adjetivo y desus., desusado).