Tormento de vivísima aguafuerte / —sota, caballo y rey advenedizo—; / en las arenas del sangriento piso, / regada la baraja de la suerte… / Tras el capote mágico se advierte / el barranco insinuante del hechizo / y se derrumba por el paraíso...

Tormento de vivísima aguafuerte
—sota, caballo y rey advenedizo—;
en las arenas del sangriento piso,
regada la baraja de la suerte…

Tras el capote mágico se advierte
el barranco insinuante del hechizo
y se derrumba por el paraíso
el toro enamorado de la muerte…

Apresurando el fulgurante paso,
por la mezquita en ruinas del ocaso,
en tertulias de luz se marcha el día.

Diciembre enjuga su primer lucero;
y en temblores de luz, como un jilguero,
muere la tarde en la feligresía…

Transcrito por Jorge Luis Pérez Armijos. Tomado de Compilación de poemas de ecuatorianos.

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