«Desde el desayuno», por doña Susana Cordero de Espinosa

Al leer el periódico, suelo anotar los errores y curiosidades que logro detectar en el uso del español y los guardo para algún día... Aquí va uno, como punto de partida: ‘auto excluirse’, error mínimo que hay que corregir...

¿Se llama salvia de jardín la planta de flores de largos y estrechos pétalos tubulares, a la que se acercan colibríes palpitantes cuando desayunamos? Esta mañana de domingo, decidida a no escribir sobre la pandemia, leía, para acompañarme, El dardo en la palabra, de Fernando Lázaro, en el que reúne algunos de sus estupendos artículos sobre el uso correcto de nuestra lengua, y encontré: “Aun desde muy lejos del purismo causa malestar tanto maquillaje de marca anglosajona incrustado a brochazos en el español, sin que añada nada al natural”; ¡lo escribía en 2001! Hoy, WhatsApp mediante, contamos con cientos de anglicismos insoportables: ¿qué tal el horrible ‘accesar’, en lugar de acceder?

Sigo mi lectura: ‘Volviendo a nuestras flaquezas propias, esto es, no contagiadas por virus exteriores’…, y me quedo turulata: está visto que los virus me siguen, aunque estos, ‘exteriores’, no tengan nada que ver con el virus que hoy nos aqueja (¿o sí?)… Vamos a algunos de los que infestan nuestra lengua.

Al leer el periódico, suelo anotar los errores y curiosidades que logro detectar en el uso del español y los guardo para algún día… Aquí va uno, como punto de partida: ‘auto excluirse’, error mínimo que hay que corregir. Debió escribirse autoexcluirse, autoexclusión, como autoconocimiento, autobombo, automóvil: los prefijos se juntan a la palabra base para formar con ella un solo término. ¿Sabía usted que eco- es un prefijo? Significa ‘casa’, ‘morada’, ‘ámbito vital’: ecología, ecosistema. También a- es un prefijo (note que los escribimos con guion posterior y búsquelos así en el diccionario; este guión indica que el prefijo precede a la palabra o base léxica a la que acompaña): a- denota privación o negación: amoral, ‘desprovisto de sentido moral’; asimetría: ‘falta de simetría’; ante-, ‘anterioridad en tiempo o espacio’: anteceder, antesala. ¿Cómo decir o escribir, antediluviano o antidiluviano? Pues, como queremos expresar que algo ocurrió en tiempos remotos, escribiremos antediluviano: ‘anterior al diluvio’, porque anti- significa ‘opuesto’, antidisturbios o ‘con propiedades contrarias’, antinatural. Para-, ‘semejante a’, ‘al margen o en contra de’: paráfrasis: ‘explicación que amplifica un texto’; grupo parapolicial, ‘grupo creado al margen de la policía oficial’; aero-, ‘aire’: aerosol; el ya visto auto-: ‘propio’, ‘por uno mismo’: autosuficiencia, autorretrato. Estos y muchos más son los prefijos; señalados con un guión posterior.

Los sufijos, en cambio, se posponen a la base léxica para formar nuevas palabras; busquémoslos, pues, en el diccionario, con un guion anterior: -mente: ‘forma adverbios a partir de adjetivos’: de cabal, cabalmente; de profusa, profusamente; -al, ‘indica relación o pertenencia’: regional; -miento, ‘acción y efecto’: reclutamiento; -aje suele formar sustantivos que expresan acción: aterrizaje, andamiaje.

Pronto iremos a errores más importantes, más tristes —los errores entristecen como los virus de hoy—.

Este artículo apareció en el diario El Comercio.

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