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Discurso de bienvenida de don Simón Espinosa Cordero a don Marco Tello Espinoza, nuevo miembro correspondiente

El pasado 19 de enero, don Marco Tello Espinoza se incorporó en calidad de miembro correspondiente. Compartimos con ustedes el discurso con el que don Simón Espinosa Cordero le dio la bienvenida a la academia.

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Doña Susana Cordero de Espinosa, directora de la AEL, don Marco Tello recipiendario, señores académicos, señoras y señores.

Señor doctor Marco Antonio Tello bienvenido a la Academia Ecuatoriana de la Lengua. Dado que entre nosotros ha habido una mutua simpatía, solicité a la señora directora que me concediera este discurso para decir algo sobre usted y su libro principal: CUENCA DOS SIGLOS DE POESÍA, una mirada crítica.

Les informaremos de:

1. El currículo del doctor Marco Tello; 2. La edición del libro; 3. La Introducción a 200 años, que contiene cuatro partes: 3.1. Una Crónica asincrónica; 3.2. Justificación; 3.3. El Despliegue Generacional; 3.4. Procedimiento Ordenador; 4. Una Conclusión crítica.

1. El currículo del doctor Marco Tello.

La provincia del Azuay tiene 15 cantones. Marco Antonio Tello Espinoza nació en el cantón Sigsig el 18 de julio de 1944. Sigsig tiene la Cueva Negra de Chobshi, del paleo-indio del austro ecuatoriano, refugio de cazadores desde hace unos diez mil años. y Sigsig tiene a TELLO, EL GRANDE.

EDUCACIÓN

Enero 2004 doctor en Ciencias de la Educación en la especialidad de Filología. Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación, Universidad de Cuenca.
Noviembre 2001 especialista en Docencia Universitaria. Universidad del Azuay.
Junio 1974 profesor de Segunda Enseñanza en la especialización de Literatura y Castellano. Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación, Universidad de Cuenca.
Enero 1974 Licenciado en Humanidades. Universidad de Cuenca.

EXPERIENCIA

Entre 1979 Y 2009 profesor titular principal de la Facultad de Filosofía, Universidad del Azuay.
De 1999 a 2009 Director de la revista “Coloquio” de la U del Azuay.
1988-1992 Decano de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación, Universidad del Azuay. Columnista “Revista Avance Cuenca”.
Director de la Editorial de la Casa de la Cultura: Núcleo del Azuay.

PUBLICACIONES

Olmedo, magia y fulguración de la palabra, 1980
El juego del Lenguaje, 1986
El verbo: Teoría y Práctica de la temporalidad, 1988
El patrimonio lírico de Cuenca: un acercamiento generacional, 2004
Cuenca dos siglos de poesía. Una mirada crítica, 2021

Por este último libro principalmente, por el doctorado en Filología tan raro en Ecuador, la Academia ha abierto sus puertas al doctor Marco Tello Espinoza y, además, por su empeño en especializarse en Docencia Universitaria, que debería ser recomendable para quien aspire al cargo de profesor principal.

2. La edición del libro 200 años.

Veinticinco centímetros por dieciséis mide este libro de 467 páginas, de ellas 11 de bibliografía y requiere de un lector fuerte, apasionado.

Tapas duras de cartón blanco, lomo ocre real, el revés de la tapa negro, guardas negras y guardas blancas. Auspicios de la Alcaldía de Cuenca y la Universidad del Azuay, Primera Edición 2021. Prólogo de Jorge Dávila Vásquez. Con esta estupenda y utilísima obra, sus patrocinadores celebraron los 200 años de emancipación de la ciudad. El libro va dedicado “A la memoria de Efraín Jara Hidrovo, maestro inolvidable”.

Recitemos cuatro versos con los que Efraín Jara define su vocación de poeta:

“Me tocó solo el canto, su rigor de diamante,/ soledad de los mares, polvo de los caminos./ No puedo darte, amada, sino lo mío: el mundo/ convertido en perpetuo resplandor de palabras” CDSDP p. 343.

Citemos del prólogo de Dávila Vásquez el primer párrafo y el último:

Laborioso, ejemplarmente dedicado al duro trabajo del análisis literario, la ubicación temporal de los autores y las características de la época, según el esquema generacional de mayor importancia en Hispanoamérica, el de José Juan Arrom: “Marco Tello Espinoza (1944) es un estudioso de la literatura de muy altos quilates”. (p. 11).

En el último párrafo, Dávila Vásquez dice:

“Es este un libro que hay que leer y revisar cuidadosamente, porque las figuras realmente notables de nuestra poesía alcanzan en el análisis de Tello una nitidez impresionante y una apreciación, siempre objetiva, que iluminan la ruta poética de Cuenca en más de dos siglos de su desarrollo”. (p. 15, Noviembre 2020).

3. Introducción

El libro contiene una introducción de 30 páginas en las que ensaya cuatro temas sobre el porqué y el para qué de esta obra. Los temas introducidos son: “Una Crónica Asincrónica”. “Justificación”. “Despliegue Generacional”. “Procedimiento Ordenador”.

Después de la Introducción, viene una mirada crítica a los poetas de Azuay y Cañar desde el año de 1714 hasta el año 2013. Esta mirada crítica comienza por agrupar y clasificar a los poetas según generaciones de 30 años en las dos de cada una de las respectivas vertientes. Tello examina las circunstancias históricas y nos recuerda el aire de las costumbres en las que cada generación ha florecido. He aquí, solamente, los títulos de los capítulos de la obra. Prólogo. Introducción. 1 La Colonia y el Exilio. 2 En busca de identidad. 3 El sabor local. 4 El crisol de la conciencia. 5 La conciencia y el lenguaje. 6 El mundo y la conciencia. Una crónica sincrónica. Conclusiones.

3.1. Una Crónica asincrónica

La crónica asincrónica empieza con un contraste entre los “Primeros días de noviembre de 1917 en San Petersburgo y la coronación del poeta cuencano Remigio Crespo Toral. Lenin arenga a los obreros y campesinos del inmenso país para que aseguren el control del poder: “!Camaradas obreros, soldados, campesinos trabajadores todos! ¡Poned todo el poder en manos de vuestros Soviets!”. El 4 de noviembre de 1917, Cuenca, coronó al poeta Remigio Crespo Toral.

EI sentimiento iconoclasta inflama la sensibilidad, ya enardecida en los albores del nuevo siglo por el rompimiento con lo tradicional”, dice Tello. Y pone al lector al día de los variadísimos intentos de renovar la poesía en Italia, Francia y América Latina en las dos primeras décadas del siglo XX.

Oigamos al autor:

El lenguaje geométrico de la pintura ha hecho realidad el presentimiento flaubertiano expresado sesenta y cinco años atrás sobre la posibilidad de un arte concebido entre el álgebra y la música (Ct. Jaffé, Abstracción Geométrica, en Historia del Arte, pp. 211 y ss.); asombran al espectador las abstracciones expresionistas, las audacias del movimiento Dadá en la exploración del azar como elemento del acto creedor”.

Tello trata pedagógicamente la exposición de estos intentos. Propone ejemplos, analiza y muestra el brillo y variedad de los resultados. Quito, Guayaquil van a la zaga de este innovar, y en Cuenca todo está tranquilo con poquísimas excepciones.

Sobre este aislamiento, me atrevo a decir que la hoya del rio Paute y sus afluentes es un paraíso en cuya mitad está Cuenca; durante 120 años, viajar de Cuenca a Quito tomaba tres semanas y a Guayaquil, una, todas peligrosas; esto principalmente por el Nudo del Azuay, “La gran araña” en palabras de Teodoro Wolf, El geólogo. Estas circunstancias determinaron un aislamiento de los centros del poder y, en consecuencia, dieron pie a una autonomía económica suficiente, de pequeños hacendados,–con pocas excepciones en la provincia de Cañar– -con pequeños productores, intenso catolicismo parroquiano, estamentos sociales injustos, pero menos acentuados que en otras regiones. La comarca era patriarcal, con aptitudes musicales, dados los ancestros sefarditas, y por lo mismo, con sentido del ritmo. Cuenca era, pues, un enclave de poesía idílica, desconectada de las corrientes de la evolución de la poesía occidental. Hubo unas dos o tres excepciones. En páginas de análisis sociológico de la literatura, Tello desmenuza tales circunstancias y las ilustra con el ejemplo de la coronación de Remigio Crespo Toral en 1917, en que recrea con maestría ese espectáculo único, que muchos críticos no entendieron. Será una poesía localista, pero es un hecho cultural importante y hermoso que en tan difíciles circunstancias haya habido tanto afán de trascendencia, cual la de un ave de alas rotas con el intacto instinto de volar.

El autor pretende ir a las raíces de la mentada asimetría. San Petersburgo / Cuenca. Para la intelección de este contraste asistamos a la coronación.

Tello describe con precisión no exenta de suave ironía el magno acontecimiento. No lo leo por temor al tiempo asignado. Oigamos, eso sí la interpretación que propone Tello:

3.2. “Justificación”

“En efecto, si inmovilizamos un instante el espectáculo, observamos cómo la percepción litúrgica del arte ha conseguido armonizar las trompetas de oro de Medardo Ángel Silva con los románticos suspiros de Hernán y Juana, la reminiscencia helénica con el requiebro gregoriano. El concierto de Beethoven con los aires marciales de la banda de pueblo, la retórica circunstancial con el alto don de profecía. Entre luces y sombras, la visión podría ampliarse hasta abarcar un horizonte más vasto en el moroso desenvolvimiento cultural de Cuenca entre el siglo XVIII y las dos primeras décadas del siglo XX.
Al constituirse en una ceremonia de identidad entre cultura y literatura, la fiesta de la coronación representa un punto importante
en el proceso de semantizar la realidad. Decir aquí literatura equivalía a decir aquí poesía. A través de sus oficiantes mayores… (…) … la poesía ha cumplido la función reguladora de la vida y de la conducta colectiva.Este imperio de las musas estuvo fortificado por la alianza entre literatura y religión. Convertida en manifestación ritual, la poesía ha terminado por transformar en bien común el interés de los dueños de la lira: hacendados, funcionarios, sacerdotes. De este modo, la poesía ha cobrado una nueva función: la política, legitimando el dominio conservador sacralizado por la Iglesia. Poesía culta y poesía secular han coexistido admirablemente a través de idénticos ideales”. p. 35 y 36.

Tello lamenta la poesía de nido. Pero no está para más lamentos. He aquí, un párrafo importante para entender la esencia de este libro:

3.3. “Despliegue Generacional”

“Mas, lejos de captar el panorama por ojos de turista, si de veras algo ha de interesar a la literatura no es cómo vivieron el hombre y la sociedad ni cuáles fueron las influencias sino cómo transformaron sus vidas y vivencias en lenguaje y cómo lograron codificar en el poema su noción del mundo y la existencia. Si esa transformación y esa codificación constituyen el resultado de un proceso histórico, viene a propósito la interpretación generacional, pues contribuirá a delimitar el corpus para ampliar la visión, y a fijar los rasgos que establezcan no solo la diferencia sino también la continuidad en un mapa a primera vista confuso, laberíntico. Para ello, convendrá adoptar la doble perspectiva saussureana: la del observador en movimiento, que mira el panorama desde varias cumbres, y la del observador inmóvil que lo contempla desde un punto fijo (Saussure, p. 151).

Tello quiere establecer con ayuda del método de las generaciones una fijación temporal que rebase las lindes regionales y no quedar así en un minifundio lírico. Sigue en esto a José Juan Arrom González (Holguín, Cuba, 1910 – Acton, Mass, 2007), miembro de la Academia Cubana de la Lengua y profesor emérito de la Universidad de Yale. Cito a Tello:

“Con este propósito, hemos hallado razonable fiarnos al sistema de relaciones propuesto en Esquema General de las letras Hispanoamericanas. En tal publicación, Arrom, determinó la serie efectiva de las generaciones y vertientes. Toma en cuenta el contexto histórico en que surgieron las expresiones poéticas en su doble papel de manifestaciones y a la vez de regulaciones de un estado de cultura. No se trata de una conciencia generacional de cada poeta, sino de algo práctico sobre todo en el caso de las primeras generaciones nutridas en modelos españoles. El concepto de generación y la propuesta metodológica son de José Ortega y Gasset en su ensayo En torno a Galileo, 1935. [Una aplicación del “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”. (Meditaciones del Quijote, 1914)]. Una generación se aloja en un segmento de historia de 30 años en el que convergen tres edades distintas. La juventud, la madurez. La ancianidad; ese segmento de historia es un instante de contemporaneidad-tiempo cronológico- configurado por tres coetaneidades diferentes-tiempos vitales, es decir, tres generaciones: Poseen un común tiempo vital- pertenecen a la misma generación-las personas que nacen en una determinada zona de fechas.

4. Procedimiento ordenador

A propósito, como el doctor Tello es perfeccionista, alguna vez fue tipógrafo, en la nota 24 de Procedimiento Ordenador nos aclara que “una generación comprende a los nacidos dentro de los treinta años anteriores a la fecha de su denominación, prolonga su vigencia hasta treinta años después de esa fecha. [ … ] Para no extraviarnos, fijamos la zona de fechas para cada vertiente; la etapa de formación: la etapa de formación, de gestación y de gestión, con lo cual esta guía de periodización se acerca más al criterio orteguiano”.

Vamos a poner un ejemplo: Generación de 1894 (Modernistas y posmodernistas)

 NacimientoFormaciónGestaciónGestión
Vertiente 11864-18781864-18931894-19081909-1923
Vertiente 21879-18931879-19081909-19231924-1938

En fin, anota Tello: Las dos posturas -se refiere a Hernán Rodríguez Castelo y a Juan Valdano Morejón que trabajaron también con el instrumento generacional desde 1830, fecha de la fundación de la República-las dos posturas constituyen esfuerzos sostenidos y muy serios en el afán de someter el fluir del pensamiento y la acción a unas coordenadas que faciliten la comprensión del proceso cultural, aunque desacierten, a nuestro modo de ver, en el punto de partida, pues fuerzan con ello el entramado para sujetar el relevo generacional a un esquema. (pp. 42 y 43).

Marco Tello ha encontrado entre 1714 y 1984 diez generaciones.

G1-1714 (rococó) con un representante seguro y otro con signo de interrogación.
G2-1744 (enciclopedista) con dos representantes.
G3-1774 (precursores Independencia. Neoclásico) Nadie. Silencio Lírico.
G4-1804 (libertadores, neoclásicos, anticipos románticos) y representantes
Nadie. Silencio Lírico.
G5-1834 (románticos) con cinco representantes.
G6-1864 (románticos e iniciadores del modernismo) con 13 R.
G7-1894 (modernistas y posmodernistas) con 40 R.
G8-1924 (Vanguardistas y pos vanguardistas) con 40 R.
G9-1954 (Rebeldes y renovadores. La nueva literatura) Con 33 R.
G10-1984-2013 (Globalización e intertextualidad, posmodernos e inconformes) con 9 R.

El encanto de este libro radica sobre todo en la mirada crítica y el estudio de la forma de los principales poetas. Y tal encanto va encuadrado en la historia e esos tiempos y lo revelador de las notas al pie de página. Constituye un intenso placer el ir leyendo los capítulos de la Mirada Crítica, subtítulo de la obra. Qué estilo! ¡Qué suavidad! ¡Qué respeto!

No podemos dejar de incluir en esta presentación el ejemplar trato que Tello da a la décima generación, la de 1984 a 2013 en sus dos vertientes especificadas como Globalización e Intertextualidad. Posmodernos e inconformes.

En cierto modo, porque se atreve a demoler su propia arquitectura cuando la posmodernidad vuelve líquida la visión del mundo y de la verdad e inventa la posverdad y , por tanto, la arquitectura empleada no resulta tan eficaz Al ocuparse de los poetas del mundo líquido de la decena 1970-80, la del ecologismo, y la del 80 a los 90, la de la revolución digital que va multiplicándose y renovándose como la aurora de un mundo nuevo y como un virus que afecta a la reflexión de muchos. Tello se fabrica un análisis abierto, comprensivo, muy atento a la gran poesía de la mujer cuencana, azuaya, contemporánea. y avanza hasta el 2013, tiempo correspondiente al actual. Lo hace con generosidad, comprensión y un darse cuenta de que corren tiempos nuevos y nuevos modos de un poetizar más comprometido política y socialmente y más desesperado, más sin rumbo, más de herida abierta, sangrante, y más iconoclasta, derribador de ídolos y tradiciones, más creativo y extraño. Con humor negro dice: “No extraña, entonces, que los sueños hayan sido reemplazados por las pesadillas”.

En cuanto a las conclusiones que son cuatro, no leeré sino un fragmento de la tercera, pues no quiero abrumarlos. “Cultivada a lo largo de dos siglos, la poesía es uno de los rasgos distintivos de la cultura cuencana y regional. Alrededor de 150 nombres quedan registrados en el esquema de este acercamiento generacional; cinco o seis de ellos bastarían para enaltecer la presencia lírica de Cuenca en el concierto de las nacionales e hispano americanas: los demás vienen a confirmar la vocación de un pueblo inclinado a poetizar la realidad. Todo esto le ha valido a Cuenca el honroso título de Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Felicitaciones, doctor Marco Tello, y a ustedes, amable público, gracias por su poética paciencia.

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