El pasado 13 de octubre, la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) invistió como doctora honoris causa a la directora de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, doña Susana Cordero de Espinosa, en ceremonia que se llevó a cabo en el Monasterio de San Millán de la Cogolla. El mismo honor recayó en don Juan Carlos Vergara Silva, director de la Academia Colombiana de la Lengua, don Gonzalo Celorio Blasco, director de la Academia Mexicana de la Lengua y don Santiago Muñoz Machado, director de la Real Academia Española.
Los tres directores de las Academias americanas se reunieron, dos días antes, con don José María Vázquez García-Peñuela, rector de la UNIR, así como con el presidente del Gobierno de La Rioja, don Gonzalo Capellán, la presidenta del Parlamento, doña Marta Fernández, y el alcalde de Logroño, don Conrado Escobar.
Reproducimos a continuación parte de la nota de prensa preparada por la UNIR:
El solemne acto, la primera investidura de doctores honoris causa en UNIR, y que coincide con el XV aniversario de su aprobación oficial como Universidad, ha sido presidido por el rector de la Universidad Internacional de La Rioja, UNIR, José María Vázquez García-Peñuela, y ha contado con la presencia de más de un centenar de personalidades; entre ellos, el presidente del Gobierno de La Rioja, Gonzalo Capellán; el consejero de Educación, Alberto Galiana; el consejero de Cultura, Turismo y Deporte y Juventud, José Luis Pérez Pastor; el embajador del Ecuador en España, Andrés Vallejo Arcos, y la ministra consejera de la Embajada de Ecuador en España, Verónica Peña, así como de representantes de mundo económico y social de La Rioja . Todos ellos estuvieron acompañados por el presidente de la Universidad, Rafael Puyol, y de una comitiva de 40 profesores, autoridades académicas y miembros de los consejos asesores de la universidad.
En su discurso, el rector calificó la Universidad como “la institución humana que mejor se ha aclimatado en todas las naciones, con independencia de su medio ambiente cultural, tan diferente, en ocasiones, al que la vio nacer”. Dos cualidades que, a su entender, le han permitido en los últimos tiempos dejar de ser instituciones de élites para abrirse a la sociedad, y adaptarse al cambio que han traído las tecnologías digitales, así como las mutaciones que para el conocimiento y su transmisión va a tener la Inteligencia Artificial.
Sobre los méritos comunes de los nuevos doctores, el rector UNIR destacó que “todos son catedráticos universitarios y también son miembros de las academias que tienen en sus naciones respectivas encomendadas las labores de cuidado y estudio de nuestra lengua española. Son más precisamente, los directores de las más antiguas academias de la lengua española que existen: México, Ecuador, Colombia y España”.
Santiago López Navia, vicedecano de Investigación de la Facultad de Educación de UNIR y padrino de la directora de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, elogió a la nueva doctora por contar con una dilatada labor científica e institucional en beneficio de la lengua española. Su obra, dijo López Navia, “es tan vasta como brillante y se refleja sobre todo en su fecunda actividad periodística y científica”, lo que le ha valido varias distinciones nacionales e internacionales, entre ellas, la Cruz de Oficial de la Orden de Isabel la Católica o el reconocimiento a Mujer del Año en el ámbito cultural por parte de la revista Hogar en 2009 y 2013.
Tras la entrega de atributos, Susana Cordero explicó algunos rasgos característicos en los usos del castellano de la sierra ecuatoriana, “cuya clara influencia quichua en tono, léxico y sintaxis lo vuelve más elusivo que expresivo; nuestros usos revelan interiorización, reserva, silencio, talantes significativos de caracteres madurados en siglos”.
Así habló del uso que hacen de los adverbios, del abuso del diminutivo o del tono de voz, acento y ritmo del habla. Ejemplos todos ellos con los que la nueva doctora acercó “parte de nuestro ser andino, de nuestra alma” a todos los invitados, y que mostraron que “nuestra América habla el español: nuestro español, nuestra sangre espiritual, hecha de tantas sangres”.
Un comentario
¡Mis cálidas felicitaciones a Doña Susana Cordero de Espinosa!