A propósito
tengo un caballo con piel de aceituna
—venido de la Osa Menor en un día especial—
lo tengo en la parte posterior de la proa de mi nave.
Canta el himno nacional cuando ve flamear
el interino llamado de sus dioses.
Mi caballo es un varón contemporáneo.
suele descansar sobre madera de balsa
su vientre de cometa resentida
su montura de pulpo inconvincente
es tan altiva como el mestizaje de los nuestros.
Mi caballo no gusta de carreras ni de hipódromos;
admirador ciceroniano/musicógrafo popular
en reyerta con los astros.
Es un caballo
pendiente del contexto de su viaje.
ha olvidado el sentido de su estrella.
Fuente: Poesía ecuatoriana escrita por mujeres, tomo II. Compilación, selección y edición de Gustavo Salazar. Quito : Municipio de Quito, Centro Cultural Benjamín Carrión, p. 248.