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El Comercio publicó un artículo sobre «Las secretas formas del tiempo», de don Diego Araujo

Compartimos con ustedes el artículo de Oswaldo Garcés que publicó el diario El Comercio, en su edición impresa, sobre la novela Las secretas formas del tiempo, de don Diego Araujo Sánchez, miembro numerario de nuestra academia.

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Compartimos con ustedes el artículo de Oswaldo Garcés que publicó el diario El Comercio, en su edición impresa, sobre la novela Las secretas formas del tiempo, de don Diego Araujo Sánchez, miembro numerario de nuestra academia.

La muerte de García Moreno en varios tiempos

Oswaldo Garcés

Hay personajes históricos que ejercen una fascinación y se convierten en protagonistas de la literatura. La novela histórica que se escribe en Ecuador no ha podido abandonar y refresca cada tanto a Eugenio Espejo, Gabriel García Moreno, Eloy Alfaro o José María Velasco Ibarra.

Diego Araujo Sánchez, a quien se lo conocía como uno de los grandes profesores de literatura hispanoamericana en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, un crítico literario serio, debutó en la narrativa con una novela sobre Velasco Ibarra con el título Los nombres ocultos. Fue publicada en 2016 y bien podría quedar como una de las mejores novelas sobre quien trajo el populismo a Ecuador. Poco después, ya se embarcaba en otro proyecto de libro, pero evitaba decir de qué se trataba.

Y era sobre García Moreno. El reto se presentaba incluso mayor porque mucho se ha escrito —y bueno— sobre ese gran patriarca —el primero de todos— que dejó sentada una verdad que duele en este país: al parecer, solo puede gobernar aquel que aplique una buena dosis de tiranía.

En otros contextos —y este no es el caso— con el título y la portada el libro tendría algún impacto en las vitrinas de las librerías. Las secretas formas del tiempo, con la imagen de García Moreno tendido en el piso luego de que lo asesinara Faustino Rayo, ya es un elemento seductor para adquirir el libro y leerlo.

La novela gira alrededor del magnicidio, ocurrido el 6 de agosto de 1875. En este sentido, se trata de una novela de la conspiración. Las conjeturas sobre las motivaciones de Rayo y, en consecuencia, el intento fallido de solamente secuestrar a García Moreno; el papel que desempeñaban Roberto Andrade, Abelardo Moncayo, entre otros; las traiciones, los militares y sus roles ambiguos.

La novela, para esto, tiene algo interesante. Los capítulos pares comienzan con los testimonios que se encuentran en Proceso judicial seguido para descubrir autores, cómplices y encubridores del asesinato del presidente Gabriel García Moreno, agosto 6 de 1875. Y están ahí todos, de menor a mayor: Daniel Cortés, un zapatero; Petronila Escobar, de «ocupación mujeril»; hasta terminar con el del conspirador Manuel Cornejo, además de añadir lo que escribió Roberto Andrade en Seis de agosto o sea muerte de García Moreno.

La novela —y así el título adquiere sentido— se maneja en dos tiempos fundamentales: el siglo XIX y el XXI. El protagonista, Carlos Sánchez, al sentir la presencia de la muerte tras ser descubierto el cáncer, decide dedicarse a la investigación sobre la muerte de García Moreno. Para eso encuentra aliados: el historiador Mauricio Salvador y su hija, Lucía, con quien mantendrá un romance, aunque el rol de las mujeres tanto en el siglo XIX como ahora es fundamental para la historia. Apasionados intelectuales, tienen largas disquisiciones sobre historia, política, literatura, el montaje del relato del 30‑S… Mauricio tiene vínculos con las mafias que trafican piezas arqueológicas.

Crítico literario al fin, Diego Araujo Sánchez presenta una estructura de novela interesante que ahora deberá pasar por el juicio del tiempo y los lectores de esta novela histórica e investigativa.

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