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Entrevista con don Marco Antonio Rodríguez para El Comercio

Alejandro Ribadeneira, de diario El Comercio, entrevistó a don Marco Antonio Rodríguez en los días previos a la presentación de su libro «Todos mis cuentos». A continuación reproducimos la entrevista.

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Fotografía de Rick Segreda

Alejandro Ribadeneira, de diario El Comercio, entrevistó a don Marco Antonio Rodríguez en los días previos a la presentación de su libro Todos mis cuentos. A continuación reproducimos la entrevista.

Marco Antonio Rodríguez: ‘El escritor es el único cazador de su sombra’

El escritor Marco Antonio Rodríguez le ha dado al país varios legados. Como maestro, a lo largo de 50 años se ha empeñado en despabilar a los jóvenes.

Algún día alguien contará cómo el aula se estremecía cuando leía, con su voz profunda y pausada, Bartleby y el escribiente. Como crítico, ha vinculado al público con la obra de varios de los más importantes artistas plásticos del país, desde Guayasamín hasta Piaguaje. Y como narrador, ha diseccionado la condición humana en cuatro estremecedores libros de cuentos. Ha llegado el momento, sin embargo, de dejar atrás al escritor de cuentos.

«El ser humano debe aprender a salir a tiempo de la fiesta», dice Marco Antonio Rodríguez, quien decidió reunir en un único volumen la totalidad de sus relatos cortos. Seguirá dedicado a la crítica, pero el narrador se retira, no a descansar, sino más bien a observar.

Todos mis cuentos se presentará mañana -miércoles 18 de diciembre del 2019- en el salón Olmedo de la Universidad Andina Simón Bolívar (Quito), en un acto especial que se iniciará a las 18:30 y en el que intervendrá Susana Cordero, la presidenta de la Academia Ecuatoriana de la Lengua.

El lector encontrará ahí todos los cuentos de Historia de un intruso, Un delfín y la luna y Jaula, tres libros que han sido traducidos a varios idiomas y han ganado varios premios. Y también constan los relatos de Cuentos del rincón, el primer libro y responsable de que este abogado y filósofo (obtuvo ambos doctorados) comenzara su carrera en la literatura.

Este volumen está enriquecido con ilustraciones de varios artistas y amigos suyos que colaboraron con Marco Antonio Rodríguez, como Oswaldo Guayasamín, Carlos Rosero, Oswaldo Viteri, Miguel Varea y Pablo Cabrera. En esta ocasión, la portada es un cuadro del mexicano José Luis Cuevas. «La amistad es uno de los más profundos valores».

Marco Antonio Rodríguez, con 78 años, no desea que esta presentación esté dominada por la nostalgia sino más bien por el sentimiento de un deber ético que cumple consigo mismo pero también con el país, pues sus relatos siguen vigentes porque el ser humano, simplemente, continúa como el necio destructor de siempre.

El arribismo, la desolación, la búsqueda de la identidad, las interrogantes sobre la niñez, el consumo, la violencia y otros temas desarrollados entre 1972 y 1991 siguen presentes hoy, en que la tecnología ha creado grandes avances pero que también puede conducirnos, y de hecho está pasando, hacia la deshumanización.

Quizás se deba a que el desencanto fue el motor de un escritor que tuvo la lucidez de reflexionar sobre el fracaso de los sueños revolucionarios. Uno relee, por ejemplo, el cuento Un delfín y la luna, y es imposible no imaginar a nuestras élites de ahora.

Curiosamente, la década ‘revolucionaria’ que vivió Ecuador no le dejó buenas sensaciones a Marco Antonio Rodríguez, quien considera que no solo existió un saqueo material sino también uno «cultural», pues los cambios educativos impuestos por los tecnócratas subestimaron el valor de la historia, la cívica y el arte. «Yo no soy creyente, pero exclamo a los dioses: ¡líbrennos de los tecnócratas!».

Considera que estamos en tiempos en que el intelectual tradicional, «ahora sí», está muerto, como lo vaticinó Norberto Bobbio hace dos décadas, pero no desea caer en descalificar a la generación de los que vienen detrás. Después de todo, en los años 60 también hubo muchos autores («pseudopoetas y pseudopensadores») que publicaron bastantes libros y de ellos no hay rastro alguno. «El escritor es el único cazador de su sombra y el único juez de su obra es el tiempo». Y a él se somete Marco Antonio Rodríguez.

Este artículo se publicó en el diario El Comercio en esta dirección: https://www.elcomercio.com/tendencias/marco-antonio-rodriguez-literatura-libros.html.

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