La muerte se me acerca
me besa en la mejilla
saluda
se distancia.
Examina, imagina,
se toma su confianza.
Se sienta en mi regazo
se acurruca
ronronea insolente;
yo acepto el juego
un rato.
Luego le digo que no
ya basta por ahora
estoy muy ocupada
con la vida.