La aldea es una gris fotografía
tomada en un ataque de tristeza
donde el buey, capellán de la dehesa,
se come por los bordes la alcaldía…
Todo sucumbe en la melancolía,
y, un futurista can, de sobremesa,
mira el buey de los pies a la cabeza
como una colosal zapatería…
Sobre el monte sumido en el embrujo
la tarde pinta su cartel de lujo
donde un gitano sol se va de viaje.
Cruza una desolada golondrina;
y, en la breve ilusión de la neblina,
se enrolla el gobelino del paisaje…
Transcrito por Jorge Luis Pérez Armijos. Tomado de Compilación de poemas de ecuatorianos.