«Marcha fúnebre» (Franklin Ordóñez Luna)

Llegué / llegamos en mayo, con lluvia y cántaros en las manos. Te burlaste del frío, de la tierra carbonizada que cubrimos de cerámica y culantro. (Yo encontré tu tatuaje en las láminas de carbón petrificado: águilas de alas desplegadas)...

Llegué / llegamos en mayo, con lluvia y cántaros en las manos. Te
burlaste del frío, de la tierra carbonizada que cubrimos de cerámica y
culantro. (Yo encontré tu tatuaje en las láminas de carbón petrificado:
águilas de alas desplegadas).
Levantamos nuevos techos, paredes para cubrir nuestras luchas
amorosas de cal y canto. Te burlaste del frío, de la casa que de a poco
la llenaba de helechos, orquídeas y vientos marinos.
Sembré cipreses, rosas para el engaño. En el centro el eucalipto que
aún se mece con tu nombre y mis labios.
Con el amor agotamos cada espacio: el balcón de pensamientos y
geranios, el patio, el césped que en su memoria guarda el sabor de
tus manos. Nos amamos bajo el sol andino y la lluvia que formó la
naturaleza y tus petardos.
Después de ti no sé si soy un hombre, una araña, tigre o leopardo. Sí,
llegamos entre lunas y astrolabios. Te burlaste del frío, de mi amor y
mi canto…

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