Y bien:
corrí flaco potro por el olor de tu pelo
orillas del mar me llamaban hasta el fondo
hundirme o no hundirme
he ahí el verdadero gran dilema terrenal.
Corrí flaco galgo y no llegué más allá de la sala de tu casa
el comedor de visita
los armarios
tu cuarto vedado tu cama
tu linda cama
tu cama no
al fondo la cocina
un pasillo como una cuchilla cortaba toda intención mía
de atisbar el más allá de tus ropas.
Corrí corrí como un atleta
el peor de la columna pero siempre en la carrera
por el olor de tu pelo ya lo dije
no siento sino un alacrán en mis rodillas cabalgando más lento
que yo en tu carrera.
Salí flechado junto a tus pantalones
camisetas que me quitaron el sueño después de las 11 de la
noche.
Corrí corrí potro fino en medio del bosque de mandarinas
no más tu mamá
no más tus juegos y tus jugos.
Corrí caballero corrí corrí
despejó las alimañas en mi trote
fui veloz
lo más que pude
y no alcancé ni a agarrarte unos cuantos cabellos de recuerdo.
Corrí corrí
lo juro
y de eso no tengo ni una foto
no hay testimonio
ni una señal tampoco que informe lo contrario.