Tanto es mi amor, por todos mis amores,
que en el jardín de la existencia mía
a verlas marchitarse día a día
preferí siempre deshojar sus flores.
Cuanto más encendidos sus colores
mueran en su triunfante lozanía,
más triste que la muerte es la agonía
de un amor entre dudas y temores.
Triste fin de un amor, cuando engañoso
quiere fingir que a su pesar nos deja,
y más ofende, cuanto más piadoso.
¿Y qué logrará la importuna queja
del ofendido corazón celoso?
¡Quién retiene al amor cuando se aleja!
Fuente: Poemas del alma.