IV
Realidad, terrible azote
del alma que mundos crea
con ese eterno don Quijote
que sueña su Dulcinea.
Soñar
¡donosa locura!,
soñar que un ángel se encierra
en la pobre vestidura
que ha de podrirse en la tierra.
Despertemos
—¿Qué es la vida?—.
—Festín de cuervos hambrientos—.
—¿Y el alma?—. Hambrienta rendida
que devora sentimientos—.
—¿Y el cielo?—. El espacio
, nada—.
—¿Y Dios? El vano anhelar
de la humanidad cansada—.