El blanco de sus ojos es del alba
y su pupila de la noche umbría,
y de su obscuro fondo, centelleante,
nace de amor y de esperanza el día.
Como agita la luna misteriosa
las olas de los mares turbulentos,
de sus ojos la mágica mirada
agita mis dormidos pensamientos.
Es su ardiente mirada de sirena,
en sus ojos el alma está esculpida;
es su mirada tósigo que mata,
es su mirada el fuego de la vida.