Recibimos de Fundéu las importantes advertencias que les transmitimos, luego de adaptarlas a nuestras necesidades.
Ante las dudas que genera la escritura de las formas que resultan de unir a un verbo uno o varios pronombres (iros, démonos, pongámoselo, etc.), se ofrece a continuación una serie de claves, en función del pronombre que se agregue.
1. Con el pronombre nos
— En formas verbales acabadas en -n. Se mantienen las dos enes cuando se añade a una forma verbal terminada en –n: den > dennos, mantengan > manténgannos. Estas formas corresponden al plural con ustedes, mientras que con el singular usted el verbo no acaba en ene y, por tanto, solo hay una: de > denos, mantenga > manténganos.
— En presente de subjuntivo. Se pierde la s del verbo de la primera persona del plural del presente de subjuntivo: demos > démonos, y no démosnos.
2. Con el pronombre se
— Con verbos acabados en -n. No se traslada ni se repite la letra n al final del conjunto formado por el verbo que acaba en ene y el pronombre: sienten > siéntense (no siéntesen ni siéntensen).
— Con formas verbales acabadas en -s. Se simplifica la s cuando el pronombre se une a una forma verbal terminada en -s y que lleva además un segundo clítico: pongamos > pongámoselo, no pongámosselo.
3. Con el pronombre os
— La –d final en el imperativo. La segunda persona del plural del imperativo vosotros pierde la d final cuando se le añade el pronombre os: sentad > sentaos, y no sentados.
— La –r del infinitivo. Hay una tendencia a emplear el infinitivo con verbos pronominales con valor de imperativo. Sin embargo, la Gramática recomienda evitarlo, se prefieren las formas sentaos a sentaros, callaos a callaros o acercaos a acercaros.
— Idos, mejor que iros. Se considera una excepción la forma idos, segunda persona del plural del imperativo del verbo irse, que mantiene la d. En este caso, también es válida, aunque menos recomendable, la variante iros.
4. Acentuación
Se recuerda que las palabras formadas por un verbo con uno o varios pronombres añadidos al final se acentúan según las normas generales y con independencia de si la forma verbal que las origina lleva tilde o no: pongámoselo (y no pongamoselo, aunque pongamos no se acentúe) o, en el caso del voseo, mantenenos (y no mantenénos, aunque se escriba mantené).