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Es común encontrar, en los medios de comunicación, frases como: «El porcentaje de femicidios se ha incrementado en el país, sin que las autoridades puedan reducirlo», «un nuevo caso de feminicidio conmociona a la provincia del Guayas», «se prepara una multitudinaria marcha para protestar por los últimos feminicidios» o «no es suficiente el endurecimiento de las penas para frenar los crímenes como la violación y el femicidio en la región». ¿Cuál es la forma correcta?
La voz feminicidio se forma a partir del término latino femina con el sufijo -cidio, tal como parece en el Diccionario de la lengua española; femicidio es una variante que se deriva de la voz inglesa femicide. Ambas son válidas para aludir al ‘asesinato de una mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia’.
La extensión del vocablo femicidio puede haberse visto favorecida por la influencia de otros términos semejantes creados a partir de bases bisílabas, como filicidio y parricidio. También puede haberse formado por haplología, fenómeno que consiste en la ‘eliminación de una sílaba semejante a otra contigua de la misma palabra’, como ocurre con tragicómico e impudicia, a partir de las formas originales tragicocómico e impudicicia.
Más que aprender a usar correctamente estos términos, debemos esforzarnos por detener estos crímenes. La educación en la igualdad desde la temprana infancia es una de las opciones, pues así los chicos crecerán y actuarán con un respeto hacia las mujeres.