Esta noche que aburre es un páramo.
Puedes gritar, pero el mundo es sordo.
Este día que aburre es un cuchillo afilado.
Puedes olfatear el frío como un perro.
Romper la brisa.
Comer el pan mohoso en la tarde que termina.
Llegar tarde a la agonía.
Mendigar la sobra de tu amo.
Puedes anidar como una enfermedad venérea.
Pero siempre la noche acumula la mansedumbre del día.
Es una gárgola: ya no mira al sol.
Nunca ha mirado el parpadeo de una muchacha enamorada.
Solo sabe cortar el hálito de la lengua.
Y vos, solo confort, ocio desnudo.
¿Cómo sobrevivir a la modorra?
¿Qué haces rendido sin comprender lo que te dicen?
Copia, haz un cante lastimero,
una moneda que brille en el bolsillo de tu camisa.
Fuente: escrituras.indie.