«De tanto esperarte ahora tengo tu edad» (Humberto Vinueza)

De tanto esperarte ahora tengo tu edad / o más: podrías ser mi primogénito. / Tu voz me despierta en el sueño / y me dice “para qué tanta vigilia / de la sal / de los enredos de la carne”. / Nuestro tiempo —respondo— se celebra...

De tanto esperarte ahora tengo tu edad
o más: podrías ser mi primogénito.

Tu voz me despierta en el sueño
y me dice “para qué tanta vigilia
de la sal
de los enredos de la carne”.

Nuestro tiempo —respondo— se celebra
con exactitud al reverso de las hojas
en el sacramento de orfandades semejantes.
Nadie vive interesado en saber
de cuál paternidad somos transcurso.
A nadie le importa que tú seas mi padre
o que yo sea el tuyo.

Lo percibimos de idéntico modo.
Ambos nos besamos en la frente
entre dos puertas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*