Para Medardo Ángel Silva
Sentir como el perfume de las cosas ya idas:
que se prolonga el eco de la fuente callada
que se pierden las rosas y las hojas caídas
y se esfuma el instante de la rosa apagada…
La vida va quedando en el camino largo…
de la vendimia loca la rosa deshojada,
la evocación sincera para el minuto amargo
y nuestra muy ingenua sonrisa perfunada.
El corazón se duerme en la sombra. El furtivo
instante del silencio, prolonga el emotivo
soñar. Mientras las horas pasan en ronda vaga
el corazón se duerme. (Hoy la rapsodia añeja
de la fuente marmórea del agua enturbiada y vieja)
y la flauta de ónix, en los labios se apaga…