Siempre avara conmigo la fortuna / de mi alcance sus dones ha alejado; / a perpetua pobreza condenado / por un capricho fui desde la cuna. / Mis locas esperanzas, una a una, / cual seductores sueños han pasado; / pero nunca en mis ansias...

Siempre avara conmigo la fortuna
de mi alcance sus dones ha alejado;
a perpetua pobreza condenado
por un capricho fui desde la cuna.

Mis locas esperanzas, una a una,
cual seductores sueños han pasado;
pero nunca en mis ansias he llevado
al pie de esa deidad queja importuna.

Con otro don divino estoy contento,
no comparable a material tesoro:
mi noble corazón y mi talento.

De mi Patria a la gloria éste dedico,
y a la tierna beldad a quien adoro
mi corazón entero sacrifico.

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