«Navegante» (José Rumazo González)

Soy navegante y a bogar me obligan, / a remar en la red de tantos ríos, / mas sin salir de su peligro nunca. / Como asediado de silencio avanzo, / alejado y remoto de amistades, / clavado arriba en el peldaño último / mientras...

Soy navegante y a bogar me obligan,
a remar en la red de tantos ríos,
mas sin salir de su peligro nunca.
Como asediado de silencio avanzo,
alejado y remoto de amistades,
clavado arriba en el peldaño último
mientras abajo ríen forasteros.
Contraído y recondito sin dicha
en los labios, y puesto siempre al viento
el oído, en suspenso sin que pueda
nada aguardar en tanto viaje, en pausa
permanente. Mi patria está doquiera,
la habitan extranjeros desde siempre,
que hablan con voces sordidas sin ritmo,
sin cadencia, y le han vuelto a nuestro cielo
de mosqueados colores cenicientos
y al viento de estridente impertinencia.
Dicen en retahila las palabras.
Por no quedarme atrás me he desvelado,
sigo adelante con lejanas costas,
pero no me entristezco porque pienso
que es mi deber amar a mis hermanos:
iré de ellos en pos en mar y tierra
espiritualizando todo en todo.

Fuente: Rumazo González, José, Ecos del silencio (antología poética). Quito, Corporación de Estudios y Publicaciones, 1987.

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