Porque no he de volver
porque no es cierto
que después de esta vida
me den otra. Porque
nada perdura más que Nada,
por favor
no me ames.
Quítate el corazón
desnuda ven
y gózame. Los ojos
no tienen dimensión
en la mirada
sino en las manos
que se juntan,
ven,
entrega,
más allá
de nosotros
nada es cierto.
Sólo el instante dura… ¡no me ames!
(De Jugando a la pájara pinta, 1984)