pie-749-blanco

«Recorte de luna» (Bruno Sáenz Andrade)

Antes, contemplaba el mundo desde el nocturno vacío, / pupila sin compañera, / altar de los conjurados, de hetairas y de hechiceros. / La tuve siempre a mi espalda, saco de niebla pesado por la sombra del verdugo...

Artículos recientes

Antes, contemplaba el mundo desde el nocturno vacío,
pupila sin compañera,
altar de los conjurados, de hetairas y de hechiceros.
La tuve siempre a mi espalda, saco de niebla pesado por la sombra del verdugo,
la cola suelta del diablo, la fuga cruel de la amada, la huella del pie de un hombre.
A veces, mostraba el ojo cubierto de telarañas, la blancuzca catarata a la luz de la mañana.
He dejado de ocuparme su trayectoria de espectro, de velo que nada esconde.
Mi pregunta a su mudez, a su arrogancia de anciana caduca, a medias demente,
se ha mudado de mi boca.
¿Me cuesta alzar la cabeza?
¿Se inclina con demasía mi estatura al duro suelo, a la levedad del polvo?
Mi desinterés la trata, por conocerla mejor (o más bien por ignorarla)
como a círculo cortado con una tijera bronca, con la mano no muy diestra.
Armo a retazos un mundo plano, de colores simples, sobre el tablón de mi pieza.
Lo deshago con un vuelco airado de la muñeca.
¿Aún vislumbro un rastro pálido de la cara de la luna,
un escorzo del paisaje de gomas, de cartulinas,
un punto cruel de silencio en la mitad de la página,
cuando asomo a la ventana mi hastío, mi indiferencia?

Este poema está tomado del libro El viento del espíritu desata los legajos.

4 1 vote
Article Rating
0
Would love your thoughts, please comment.x