«Tenacidad» (Bruno Sáenz Andrade)

El poeta inicia un texto. / Escoge para decirlo la levedad del vocablo. / Apunta al pie de la página la fecha del almanaque. / (Queda el verbo atado al día. / La zarpa brutal del tiempo disimula el cautiverio detrás de la última línea)...

El poeta inicia un texto.
Escoge para decirlo la levedad del vocablo.
Apunta al pie de la página la fecha del almanaque.
(Queda el verbo atado al día.
La zarpa brutal del tiempo disimula el cautiverio detrás de la última línea).
¿Lo adivina el escribiente?:
el roce con el papel, con la inercia de la letra, hiere el color de la tinta,
muerde la punta del lápiz.
Cada signo altera el verso; estrecha, línea por línea, la superficie del pliego.
La mano del amanuense pasa el límite de la hoja.
Prolonga la ardua tarea más allá de las orillas, de la sensatez del margen.
Traza signos ilusorios en la seda del vacío.

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