Te vamos a abrir todos los que te dimos la espalda,
los que ahora estamos pálidos,
conmovidos, indignados, dolidos, desencajados,
parcos, sobrecogidos; pobrecitos, nosotros tras el monitor,
siguiendo bis a bis tus sucesos en twitter,
mirando cómo cruzas unos escalones de chilca
para llegar a casa y no hay nadie,
y no somos nadie, y te damos un like detrás de la neblina,
sentaditos, como si fuera mucho, como si fuéramos muchos,
cómodamente delante del internet.
Te van a dar un tajo los murciélagos del statu quo,
ya verás cómo su odio por la libertad
hace siniestro ejemplo en esta city franciscana
muy noble y muy leal y muy primer grito.
Ya verás cómo hieren tus vides y tus mieles,
tu árbol azul, la luz de tus juguetes,
tu libreta en que canta el paraíso,
tus costillas donde cabía toda una hermandad
de libélulas y arcoiris.
Te van a dar en el eje de tu esfinge,
en el centro de tu vuelo:
Te lo advierto, alguien será el que lance la primera piedra.